Eggo, arte para todos los bolsillos en Buenos Aires

08/11/2012 - 2:44 am

Buenos Aires, 8 nov (EFE).- Eggo estrena hoy su primera edición en Buenos Aires con un amplio panorama del arte emergente argentino para todos los bolsillos y con la premisa de que adquirir obras “no depende de grandes presupuestos ni entendidos, sino de la sensibilidad”.

Esta muestra, ideada por la Asociación Argentina de Galerías de Arte y exhibida en el Centro Cultural Recoleta, reúne a más de 300 artistas jóvenes traídos por 50 galerías de todo el país, a las que se puso la condición de que el 70 por ciento de sus obras no superaran los 25,000 pesos (unos 5,200 dólares).

“Nuestra propuesta es reforzar la idea de que el arte es accesible, y que no depende de grandes presupuestos ni entendidos, sino de la sensibilidad. Por eso propusimos este rango de valores de las obras”, explicó a Efe Solange Guez, galerista y miembro del comité organizador de la muestra.

Junto a un precio accesible con obras desde 300 pesos (unos 63 dólares), destinadas a esos “incipientes coleccionistas” que no son habituales de los circuitos del arte, la propuesta pretende ofrecer “un planteamiento distinto” y “un ambiente fresco” con los trabajos de jóvenes creadores.

La búsqueda de nuevos artistas ha llevado a los organizadores a todos los rincones de Argentina, especialmente a las provincias más alejadas de Buenos Aires donde el mercado del arte es prácticamente residual, según Alejandro Dávila, miembro del equipo organizador de Eggo.

“Incorporar a las provincias del interior del país ha sido importante porque hoy en día no participan y además es muy difícil encontrarlas, ya que son muy pequeñas y no hay cultura de consumo de arte en el interior. Pese a todo hemos encontrado propuestas muy interesantes”, aseguró Dávila a Efe.

Once galerías de las 56 que forman Eggo vienen del interior de Argentina, muchas enfrentadas a un contexto de dificultades para vender arte y dar a conocer a sus creadores.

“Encontrar compradores es difícil porque en el interior se ve todavía el arte como un objeto de lujo, algo que no pasa tanto aquí, en Buenos Aires”, aseguró Roxana Moreno, de la galería “Piso 3” de Bariloche, en la provincia de Río Negro, a unos 1,600 kilómetros de Buenos Aires.

Para las galeristas del interior, la manera de sobrevivir pasa por tejer circuitos entre provincias para “no depender tanto de Buenos Aires” y vender a los turistas.

“Para el extranjero es algo más habitual comprar arte, y para ellos somos accesibles en tema de precios. Además, el visitante suele tener un mayor bagaje cultural que le lleva a ver que está comprando bueno y no tan caro”, agregó Moreno.

Sin embargo, las galerías porteñas, y especialmente las que trabajan con arte joven, como “El Sol”, cuentan con un consumidor “más local” y conocedor del valor que pueden alcanzar estos autores en el futuro, comentó a Efe el galerista Marcelo Di Cianni.

Pero hay algunos problemas comunes a la capital y al interior, como el llamado el “cepo al dólar”, las restricciones cambiarias impulsadas por la presidenta Cristina Fernández para evitar el uso del dólar estadounidense, precisamente en un mercado en el que era habitual el pago con moneda extranjera.

“Psicológicamente los galeristas hemos tenido que cambiar la mentalidad y pasar los precios a pesos”, admitió Alejandro Dávila, para quien el mayor problema es el contexto incertidumbre que no alienta la inversión en arte en Argentina.

“No hemos llegado al arte como alternativa de ahorro porque estamos viviendo una época de inseguridad, pero el arte es siempre una opción muy buena para invertir”, añadió.

Eggo, que permanecerá abierta hasta el próximo domingo, atrae al visitante por el colorido, la variedad y la multiplicidad de materiales.

“La feria es una búsqueda del tesoro. La gente tiene que ser libre y venir a vivirla sin condiciones”, concluye Solange Guez. EFE

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